El acero inoxidable se produce primero a partir de desbastes y luego se procesa en un laminador en Z, que convierte los desbastes en bobinas antes de seguir laminando. Estos rollos anchos suelen tener alrededor de 1250 mm de largo (a veces un poco más anchos) y se denominan "rollos con bordes". Una vez que se desenrolla el rollo de acero inoxidable, se convierte en una placa de acero inoxidable.